Dentro de nuestro método de entrenamiento realizamos una valoración de la evolución de los jugadores y jugadoras tanto cuantitativa como cualitativa.
Es evidente que un mix de ambas valoraciones nos da una información más precisa para determinar la evolución en su proceso de entrenamiento.
A todos los jugadores y jugadoras se les mide al inicio de su proceso de entrenamiento Método MG Brave® para poder tener datos cuantitativos de su evolución en este aspecto, ya que ello sumado a la percepción cualitativa nos da como resultado su evolución.
En lo que respecta a los test cuantitativos recogemos diferentes datos de capacidades físicas, en nuestro caso, medimos la velocidad y agilidad en un test diseñado específicamente para los jugadores y jugadoras del Método MG Brave®.
El objetivo principal de este test es detectar cómo de rápidos/as y ágiles se comportan los jugadores en una secuencia de movimientos determinada.
El fútbol sala al ser un deporte eléctrico con infinidad de movimientos explosivos necesita medir cómo evolucionan los jugadores y jugadoras en las acciones transferibles al juego, por ello, nuestro test de velocidad agilidad está protagonizado por carreras explosivas de 2-3 metros, con frenadas y arrancadas exigentes unido a cambios de sentido rápido.
Tras una recogida de datos de su punto de inicio y de su evolución pasadas una media de seis semanas con entrenamientos constantes semanales, los datos nos dicen que los jugadores que entrenan bajo nuestro método ganan una media de 3” en velocidad agilidad en los movimientos explosivos del juego, con sus arrancadas y frenadas en espacios reducidos.
Estos datos nos permiten valorar de forma más precisa cómo evolucionan nuestros/as jugadores/as bajo el Método MG Brave®.
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